Blogia
Ulysses XXXI

El pepino Rojo (2ª Parte)

Después de una disputa generacional entre padre e hijo, me puse al frente de Peugeot 205 Rojo que se ha comprado mi hermano. 75000km en 14 años no están nada mal si realmente tiene los kilometros que dice el marcador.
Austeridad total en el interior, detalles, mmm, ¿que detalles?. En el cuadro podemos saber la velocidad instantanea ( cuando el velocímetro vuelva a funcionar claro, porque ahora mismo tienes que intuirla), la cantidad de depósito de combustible que nos queda (Super 95), las luces de señalización y, oh si, un letrero bien gordo con la marca del coche, PEUGEOT. todo esto en un rectangulo chiquitín y medio roto.
La dirección, más dura que el alcoyano. Vamos yo haría brazo si tuviera que aparcarlo a diario.

Las marchas, larguiiiiiiiiiiiiiisimas, con un cambio de 4 velocidades que le exprimen la potencia a los 70cv de este coche.

Lleno de polvo, falto de dos tapacubos y con las fundas de los asientos pidiendo la jubilación.

Eso si, la pintura esta nueva, recién pintada hace un año.

Lo mejor, sin duda el sonido del motor al encenderlo. La primera y la segunda, parece que vas en un coche de más caballaje, con un sonido bronco, divertidísimo. Poder ir a tabla practicamente todo el rato, haciendo reducciones salvajes. Y sobre todo, que ahora aprecio mucho más mi coche. A partir de ahora tengo un avión en vez de un automovil.

Lo dicho, un pepinillo para moverse por Madrid.

0 comentarios